Jinny Santos y Juan C. Jurado tuvieron que tomar la decisión de salir de Puerto Rico tras el paso del huracán María. La pareja, que en aquél entonces tenía tres hijos, se enteró que esperaban un cuarto apenas un mes tras el paso del ciclón categoría 5 que arrasó con la Isla del Encanto.
Sin embargo, a pesar de haber llegado a Florida Central sin nada, estos aseguran que “Dios nos tomó de la mano y ha guiado cada uno de nuestros pasos y los corazones de las personas que nos rodean quienes se han desbordado de ayudas para con nosotros”, dijo Santos en entrevista con El Sentinel Orlando.
Así, con una fe inquebrantable y asegurando que todo lo ponen en manos del Señor, la familia Jurado Santos ha logrado establecerse en el Estado del Sol gracias a su empeño de salir adelante y las ayudas que han recibido.
“Esto ha sido una lluvia de bendiciones. Nosotros tuvimos que irnos de Puerto Rico cuando mis nenas se enfermaron y en los hospitales no había casi servicios. No había luz, no había agua. Ahí fue que dije, mira vámonos”, dijo Jurado. Estos estaban conscientes que el camino no sería fácil, pero “jamás imaginamos todas las cosas buenas que nos iban a pasar”.
Embarazada y en Florida Central junto a su familia, lograron establecerse en casa de un amigo, pero al igual que le pasó a muchísimas personas que hicieron lo mismo, tuvieron que irse “pues ellos necesitaban el espacio para otro familiar”. Ahí pasaron a vivir en los hoteles pagados por FEMA. “Eran cuartos chiquitos, sin nevera, sin cocina. No es el lujo que la gente piensa que vivíamos en hoteles de vacaciones. Fue bien difícil.
Tras meses de lucha, y una vez Jurado logró establecerse en un trabajo, consiguieron un apartamento que rentaron. Ahí llegó el primer regalo. La empresa puertorriqueña Global Mattress dono various colchones a familias desplazadas. La familia Jurado Santos fue una de estas escogidas.
“Nos sentimos bendecidos, estamos bien contentos, estamos agradecidos con Dios, porque de verdad que Dios ha hecho tantas posibles y tanta gente que ha participado en ayudarnos, es algo bien bonito en verdad”, dijo Santos.
Además del colchón que recibieron, también “fuimos bendecidos con la ayuda de la iglesia para conseguir las cositas que necesitábamos para el bebé. Fue un baby shower de ensueño”, dijo sobre aquél momento.
Y esto no ha sido todo, en medio de las luchas diarias, dieron con la oficina de Latino Leadership y Santiago & Friends. Ahí, según la familia, fue que “Dios puso las últimas piezas en su lugar. No solo nos ayudaron con abrigos para el frio durante ese primer invierno aquí, nos orientaron, nos están ayudando con Emma y su condición de espectro autista y siempre han estado ahí”, dijo Jurado.
Es así como, en un día menos pensado, les llegó otra gran noticia. “En el trabajo estaban asignando los turnos del día libre. A mí me tocó un martes y yo pedí que me lo cambiaran a domingo para poder ir a la iglesia con mi familia. Pero no, no me lo dieron. En un principio estaba triste, y lo cuestioné, pero todo pasa por algo”, recordó Jurado.
Gracias a ese martes libre, lograron mudarse la primera vez de un hotel de FEMA “que no tenía cocina, ni microondas, ni nada, a uno más grandecito con cocina. Y después, como me tocó el próximo martes libre, estábamos guiando por la Colonial y vimos a Latino Leadership. Le dije a mi esposa que se detuviera para saludar. Ese saludo, es nuestra mayor bendición ahora”, dijo Jurado.
Y es que, mientras hablaban con Marytza Sanz, directora de la entidad sin fines de lucro, Marucci Guzmán, quien dirige Santiago & Friends entró a la oficina. “Recuerdo que Marytza le dijo ‘Esta familia es perfecta para lo que estás trabajando’. Yo no sabía lo que era”, comentó el padre de familia.
Sus plegarias estaban siendo contestadas una a una. Se trataba de una vivienda que varias organizaciones comunitarias, Latino Leadership y Hogar Hispano, en asociación con JPMorgan Chase, donarían.
“Van a regalar un hogar a una familia desplazada por el huracán María. Eso fue lo que me dijeron. Esa era la respuesta que Dios nos estaba dando. Pero este proceso, entre llenar los papeles, las aprobaciones y el ser escogidos, todo esto, tomó más de un año”, dijo Jurado.
Hoy en día, Juan Carlos Jurado, Jinny Santos y sus cuatro hijos pueden decir que ya tienen las llaves de una casa lista para mudarse, sin hipotecas, ubicada en Titusville, Florida.
“Las viviendas asequibles siguen siendo una de las necesidades más urgentes para las familias de Florida Central. Al igual que Juan Carlos y Jinny, el 46 por ciento de los inquilinos en Orlando gastan más del 33 por ciento de sus ingresos en viviendas de alquiler, lo que se convierte en una carga de alquiler”, dijo Guzmán.
“Esta carga de costos limita las capacidades de las familias para pagar sus deudas y ahorrar para comprar una casa. Regalarle un hogar a la familia Jurado es una oportunidad única en la vida para que la familia esté en el camino hacia la estabilidad financiera”, añadió la directora ejecutiva de Latino Leadership.
Había tres familias en la contienda por este nuevo hogar, pero los Jurado Santos aseguran que en su corazón siempre supieron que sería de ellos. “No tenemos palabras para describir estas emociones”, dijo Santos.
Ante preguntas de El Sentinel sobre qué fue lo primero que hicieron al enterarse, Emma, de 5 años, saltó y dijo “yo oré mucho. Di gracias por la casa, por el cuarto nuevo, por la sala, por el piso”. Los orgullosos padres dijeron que “eso es lo importante, que nuestros hijos son felices y que sienten el temor a Dios que le hemos inculcado. Dios siempre viene primero y Él nunca nos abandona”, dijo Santos.
La casa, con un valor de mercado de $170,000 fue donada completamente sin hipoteca gracias a de JP Morgan Chase & Co., Ciertamente, una oportunidad única que cambiará positivamente la vida de esta familia al ayudarlos a acelerar su proceso de integración a una nueva comunidad.
“Esta historia de cuento de hadas es un ejemplo asombroso del enorme impacto que pueden tener las organizaciones dentro de la comunidad cuando unimos esfuerzos para una gran causa”, dijo Guzmán.
Esta familia prueba que para lograr el triunfo hay que aprender a aceptar cuando se necesita ayuda, “pero sobre todo, ser agradecidos y poder trabajar fuerte para devolver todas las bendiciones que nos han llegado a nosotros”, dijo Santos.
Y de esto es testigo el padre José Rodríguez de la Iglesia Jesús de Nazaret. “Para mi es tan reconfortante poder ayudarlos. Estuvimos ahí para su baby shower y ahora vamos a darle esos muebles que tanto le hacían falta para su nueva casa”, dijo.
“Prueba de que Dios todo lo sabe y todo lo provee es que cuando vimos a padre José y él se enteró de la casa, nos dijo sin titubear ‘los muebles se los doy yo’. Y así es, aquí estamos, comprando los muebles para nuestro nuevo hogar. Lo único que puedo decir es que nunca, nunca pierdan la fe y sigan luchando por lo que quieren.