La desesperación se apodera de algunos puertorriqueños desplazados por el huracán María que aún no han conseguido un lugar para vivir después de que el viernes, 14 de septiembre, llegase a su fin el Programa de Asistencia para Albergue Temporero (TSA, siglas en inglés) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, siglas en inglés).

“¡Igual! estamos igual”, contestó Jaykarey Skerett, de 28 años, a una llamada telefónica de El Sentinel. La madre de tres niños de entre 5 y 10 años, y que está embarazada, se aloja en el hotel Ramada de Kissimmee y forma parte del grupo de familias que aún no tienen un plan cuando terminen sus ahorros, pues desde hoy deben pagar por cada día adicional que se queden en el alojamiento.

“[Me entrevistaron] un reguerete de veces y todo sigue en lo mismo”, dijo, la boricua con referencia a todas las entrevistas que concedió a diversos medios de comunicación. Junto a sus hijos llegó a Florida el pasado 8 de noviembre con un vale de casi $1,000/mes para la Sección 8 [ayuda a vivienda] pero no consiguió un apartamento. Además, debido a las condiciones de salud que tienen sus hijos, no ha encontrado un trabajo que se ajuste a sus necesidades en su nuevo lugar de residencia.

Sin embargo, a pesar de que finalizó el programa de TSA, los desplazados tienen motivos para mantener la esperanza, pues muchas organizaciones sin fines de lucro se pusieron en marcha para evitar que las familias terminen durmiendo en la calle o en los automóviles.

“Hoy es el día cero. El gobierno abandonó a las familias. Quedaron en la calle y nosotros fuimos a los hoteles y los llevamos al Ramada y a hoteles en Kissimmee. De ahí empezaremos proyecto para asegurarnos que ellos tengan futuro”, dijo el padre José Rodríguez, de la Iglesia Episcopal de Jesús de Nazaret en el Parque Azalea, en Orlando, quien trabaja también con VAMOS4PR.

El sacerdote destacó la labor que realizaron diversas organizaciones entre las que destacan la Federación Hispana y Vamos4PR.

Los que aún no encontraron un lugar donde vivir fueron reubicados principalmente en el hotel Ramada, de Kissimmee. VAMOS4PR llegó a un acuerdo con la gerencia del establecimiento para tener una tarifa fija más económica, $56 por noche. La Federación Hispana consiguió los fondos para sufragar los costos de la estadía mientras no encuentren un acomodo. Además, algunas de las personas también se quedarán en el Baymont Inn & Suites, también a un precio reducido de $50.

Empezamos la semana con 45 [familias en los hoteles] hoy quedan 24” 

-PADRE JOSÉ RODRÍGUEZ, IGLESIA EPISCOPAL DE JESÚS DE NAZARET EN EL PARQUE AZALEA, EN ORLANDO

Las organizaciones están buscando alternativas de vivienda para estas familias que, en muchos casos son ancianos, enfermos o tienen a menores a su cargo. Una de las alternativas más viables es que se muden a Ocala, lugar al que irán las familias que tengan un ingreso fijo. “Lo de Ocala nos da vida nueva”, aseguró Rodríguez.

Algunos de los refugiados, aunque a última hora, han conseguido un lugar a donde mudarse. Es el caso de José Santiago, de 40 años, quien también se beneficiaba del programa de TSA. Para el boricua, el día de hoy se presentaba como uno de los mayores retos que tenía que afrontar desde que se mudó a Florida. También se iba a quedar sin techo.

“Hoy me levanté con una presión mental y dolor de cabeza súper fuerte”, dijo Santiago a El Sentinel. Sin embargo, a primera hora de la mañana fue a una actividad de la Federación Hispana de Florida Central, donde le hicieron entrega de un cheque de $1,000. Luego, recibió una llamada y tras ser entrevistado por Facebook Live, consiguió una habitación en alquiler por $450.

“Una muchacha me va a rentar un cuarto. Me siento mucho más tranquilo”, afirmó Santiago quien, además en el día de hoy encontró un automóvil a un precio asequible, algo que le facilitará llegar a su trabajo, que está a media hora de su nuevo hogar. Santiago labora como conductor de vehículos de subasta.

En el evento, que tuvo lugar en las instalaciones de la Federación Hispana de Florida Central, se llevó a cabo la entrega de las ayudas económicas a los desplazados.

“Atendimos 55 familias esta semana. Entregamos cheques en la mano, particularmente 42 de ellos recibieron cheques. Hemos estado trabajando con la coalición Abrazo Boricua, y otros, para identificar apartamentos o viviendas para ver donde reubicarse”, dijo a El Sentinel la subdirectora de la Federación Hispana, Yanidsi Vélez.

La cuantía de estos cheques tiene como objetivo “darles alternativas, es para mattress, vehículos, gastos médicos y algún otro gasto que no cubre FEMA”.

Vélez explicó que algunas personas se quedaron en los hoteles ya que están trabando y tienen a sus hijos en las escuelas y por eso prefieren no mudarse a zonas donde es más fácil conseguir un apartamento. “Hay más viviendas en Ocala y hay apartamentos disponibles. [Aquí] No hay inventario de viviendas que sean asequibles para pode sufragar los gastos mensuales”, dijo Vélez.

El dinero que se les entregó a los desplazados proviene de un Programa de Asistencia Económica para los Refugiados de María de la Federación Hispana de Florida Central. En total, gracias a ese fondo, se atendieron a 165 familias y se han brindado cerca de $160,000, según la subdirectora de la Federación.

Desde que comenzó el programa TSA a finales del mes de octubre de 2017 fueron muchas las familias que se beneficiaron de esta ayuda a la vivienda, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos. A pesar de que en varias ocasiones estuvo a punto de concluir, el TSA se extendió en múltiples ocasiones.

A finales de junio,una demanda interpuesta por LatinoJustice a ultima hora evito que cientos de persionas se quedasen en la calle. Sin embargo, en esta última ocasión, el juez determinó que la fecha límite para el programa de TSA era el 14 de septiembre, algo que LatinoJustice critica.

“Hoy, cientos de evacuados por el huracán María puertorriqueños que viven en viviendas temporales en los Estados Unidos serán desalojados debido a la decisión de FEMA de dar por terminada la asistencia bajo su programa de Asistencia Temporal de Vivienda. FEMA podría haber ido más allá de una interpretación estricta de la ley y haber proporcionado el trato humano a estos evacuados que un tribunal federal en Massachusetts consideró que sería lo correcto, en el caso de Asencio v. FEMA. Sin embargo, FEMA se niega a hacerlo, lo que aumenta el trauma que estas familias han sufrido a manos de la negligencia del gobierno”, manifestó Juan Cartagena, presidente y asesor general de LatinoJustice PRLDEF.