En un último intento de encontrar un lugar para vivir, familias boricuas desplazadas en Florida tras el huracán María imploraron por una extensión de ayuda.

El plazo para que las familias puertorriqueñas que aún se benefician del Programa de Asistencia para Albergue Temporero(TSA, siglas en inglés) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, siglas en inglés) termina el próximo viernes, 14 de septiembre.

Por esto, un grupo de familias desplazadas, que representan a las 45 que aún hay en Florida Central, según la organización sin fines de lucro Vamos4PR, hicieron un llamado pidiendo ayuda a la comunidad y a los organismos de gobierno, frente a la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret, en Orlando.

Los desplazados que compartieron sus historias coincidieron en las dificultades que tienen para conseguir viviendas asequibles.

“Recibiendo 1,000 y pico pesos [$1,000] entre los dos no podemos pagar 900 pesos [dólares], como vamos a comer y pagar los gastos […]”, dijo Carmelo Almena Torres, un hombre de 75 años que depende de su seguro social.

Tanto él, como su esposa María Rivera Martínez, de 69 años, llegaron a Orlando en noviembre, desplazados por los estragos provocados por el huracán María.

La pareja que en Puerto Rico perdió parte de su casa, en Caguas, asegura que no puede regresar a la isla.

“Somos incapacitados, yo trabajé con el Gobierno [de Puerto Rico] y lo que recibimos es el seguro social, pero no nos da para pagar una renta tan cara”, dijo Torres a El Sentinel. Por el momento no tienen planes para el próximo viernes, cuando deban abandonar el hotel en el que se están quedando.

A la incertidumbre de no saber dónde vivirán, Torres debe sumarle otra preocupación: su salud. Sufrió un cáncer de próstata del que tuvo que ser operado y además tiene una afección en la piel. Por el momento, tanto él como su esposa solo tienen una esperanza: la Hispanic Federation que les dará $1,000 y está gestionando recursos para conseguir unos alquileres asequibles en Ocala.

“Entendemos que no se ha hecho lo suficiente, hemos venido señalando la necesidad de desarrollar viviendas a bajo costo […] entendemos que hay fondos en el Estados para ayudar a aliviar este problema”, aseguró Betsy Franceschini, directora estatal de la Federación Hispana en Florida.

Piden ayuda desplazados por María

Está a punto de cumlirse un año del impacto del huracán María en Puerto Rico y aún hay muchas familias que no han conseguido un hogar. (Carlos Vázquez Otero)

Por el momento, unas 996 familias se encuentran alojadas en hoteles pagados por FEMA como parte del programa de TSA en los 26 estados y en Puerto Rico. En el estado de Florida hay 308 familias que aún residen en los hoteles, según informó la agencia federal a El Sentinel .

“FEMA continúa trabajando con su proveedor y notificando a los hoteles participantes que el programa de TSA se extendió para cumplir con la orden del tribunal [hasta el 14 de septiembre]; sin embargo, no habrá alguna otra extensión del programa de TSA más allá de la fecha ordenada por el tribunal”, explicó a El Sentinel en un correo electrónico el portavoz de FEMA, Juan A. Rosado Reynes.

Durante la rueda de prensa frente a la Iglesia Episcopal Jesús de Nazaret, el padre José Rodríguez, también envió un mensaje a la comunidad, asegurando que la mayoría de las familias que aún están en los hoteles están en situaciones en las que requieren asistencia ya que muchas tienen niños pequeños y personas mayores.

“Estas familias han hecho todo lo posible para salir adelante y se han ayudado entre ellos en este periodo de necesidad y ahora es el tiempo para que nosotros, floridanos demos un paso al frente y ayudemos a nuestros vecinos”, afirmó el padre.

Así se encuentra Vimarie Cardona, de 27 años, quien llegó a Florida en noviembre con dos hijos pequeños. “El viernes está ahí, a la vuelta de la esquina; tú dices… ¿me voy? ¿Me quedo? ¿Me voy a qué? O arranco para otro estado, guío hasta donde me llegue el carro… y digo ¿qué voy a hacer? Pero me levanto y sigo trabajando”, explicó Cardona.

“Nos cierran las puertas en todos lados, exigen unos criterios que uno no tiene”, dijo la puertorriqueña, quien está trabajando en un servicio de limpieza, pero es graduada de enfermería, aunque aún no ha podido obtener la licencia para ejercer en el Estado del Sol.

Los desplazados pidieron a la agencias públicas una solución de vivienda para estas familias que, a un par de días de quedarse sin hogar, y en el pico de la época de huracanes aún no saben qué les depara el futuro.